Salvador Dalí es uno de los pintores surrealistas más populares, pero detrás de su imagen de sueños y fantasías había un hombre profundamente perturbado de sexualidad ambigua y confusión freudiana. En este documental, el controvertido crítico de arte Brian Sewell, que conoció a Dali en el momento en que su genio y su reputación estaban agotados, ofrece su mirada de un hombre cuya vida y obra se rindieron a obsesiones sexuales.

Entre 1968 y 1971, Sewell pasó cuatro veranos intensamente memorables con Dalí en la ciudad natal española del artista. Cuando conoció a Dali, el artista vivía completamente libre de las limitaciones de la moralidad, la respetabilidad y la lógica. De primera mano, Sewell fue testigo de la rutina del día a día y recuerda los detalles que ilustran vívida y dramáticamente tanto el genio extravagante de Dalí como los demonios personales, sexuales y psicológicos, que lo impulsaron a él y a su obra.

Las neurosis sexuales de Dalí siempre estuvieron en primer plano en su arte, pero permanecieron ocultas en su vida personal. Sewell confirma que Dalí estaba interesado tanto en hombres como en mujeres, aunque puramente como voyeur, y relata cómo su primer encuentro con el artista lo llevó a tener que yacer desnudo en la axila de una escultura gigante de Cristo en el jardín de Dalí, masturbándose mientras Dalí tomaba fotografías. Sewell también examina el romance de Dalí con Federico García Lorca, lo más cerca que estuvo el artista de un romance gay, y su posterior relación con Gala, con quien atraían a personas deliciosas de ambos sexos, los super swingers del mundo. Según Sewell, el ideal físico de Dalí era el hermafrodita, lo que posiblemente explicaría su atracción por la (supuesta) transexual Amanda Lear durante esta época.

En este poéticamente narrado documental, mayormente compuesto por chismes y anécdotas personales, Sewell intenta contrarrestar la imagen «sanitizada» del artista, dándole valor a una versión deliciosamente «mas sucia» de su genio, y termina reafirmando la importancia  de Dalí como uno de los grandes pintores del siglo XX.