«El cuerpo es para el artista el principal soporte estético y lo convierte en un objeto de arte efímero. El fluxus, happening, performance y el accionismo vienés hicieron del cuerpo en el siglo XX un ámbito viviente y habitado. En la década de los años 60 las mujeres artistas utilizaron su cuerpo para cuestionar el papel que desempeñaban en la sociedad, trabajándolo desde las emociones, en comparación con los hombres que vieron en el cuerpo el límite de su resistencia física a través del dolor. Sin embargo a principios del siglo XXI, con la estética trans/queer, el cuerpo se desmitifica ante cualquier connotación sexual y se encuentra en él la posibilidad eterna de lo efímero.»

por: Octavio Avendaño Trujillo