Barney estudió medicina en Yale antes de dedicarse a performance y el cine. Se interesó por los límites de la sexualidad humana, los estadios fetales en las que se definen el género, cuando lo humano y lo animal no se distingue todavía. Sus películas están pobladas de personajes ficticios y reales que encarnan esta dualidad hombre-animal, u hombre-máquina. En este film cuenta con la colaboración de  Aimée Mullins (muy conocida por su desempeño atlético a pesar de tener ambas piernas amputadas) quien llegó a ser descrita como un Cyborg.

En la siguiente sección de la película se representan los ritos de iniciación masónica  los cuales son presentados como elementos de un juego llamado “La orden” escenificado en el museo Guggenheim, en el cual el Aprendiz debe ascender por la rampa del museo evitando los obstáculos que se le presentan en diferentes etapas.