Desde la década del 60 hasta hoy, son pocos los artistas que han esgrimido como leitmotiv de su obra, la denuncia, la protesta en defensa de la Naturaleza. De lo que originariamente se llamó Land-art, algunos proyectos pueden ser vistos como parte del movimiento internacional ecologista.La primera experiencia a gran escala, la realizó Nicolas García Uriburu, cuando en Junio de 1968, durante la Bienal de arte de Venecia, coloreó de verde las aguas del Gran Canal (3 km), como protesta por la polución de sus aguas. En la obra de Uriburu está clara su preocupación por todos estos temas y ya sea desde sus intervenciones en la Naturaleza, pinturas o acciones sociológicas, su mensaje es alarmante.