Paul Pfeiffer (Hawaii 1966) reformula el lenguaje visual del espectáculo pop para investigar cómo las imágenes de los medios dan forma a nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos. Trabajando en video, fotografía, escultura y sonido, se siente atraído por momentos destinados a audiencias masivas (eventos deportivos en vivo, giras de conciertos en estadios, programas de juegos televisados, tomas de glamour de celebridades), que meticulosamente muestrea y reedita para exponer un misterio vacío debajo. Desde la hiperrealidad del retoque fotográfico y el borrado digital hasta la interminable repetición de loops de video, su dominio de la postproducción le permite magnificar los aspectos surrealistas de la existencia contemporánea, donde los cuerpos se convierten en sitios de observación saturada y la violencia como entretenimiento coquetea con el nacionalismo, religión y mitos antiguos.
Paul Pfeiffer (Hawaii 1966) reformula el lenguaje visual del espectáculo pop para investigar cómo las imágenes de los medios dan forma a nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos. Trabajando en video, fotografía, escultura y sonido, se siente atraído por momentos destinados a audiencias masivas (eventos deportivos en vivo, giras de conciertos en estadios, programas de juegos televisados, tomas de glamour de celebridades), que meticulosamente muestrea y reedita para exponer un misterio vacío debajo. Desde la hiperrealidad del retoque fotográfico y el borrado digital hasta la interminable repetición de loops de video, su dominio de la postproducción le permite magnificar los aspectos surrealistas de la existencia contemporánea, donde los cuerpos se convierten en sitios de observación saturada y la violencia como entretenimiento coquetea con el nacionalismo, religión y mitos antiguos.

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