Al noroeste de Flagstaff, en el Desierto Pintado de Arizona, se encuentra el cráter Roden. James Turrell lleva cuarenta años excavando pasadizos y creando recámaras con el objetivo de construir un observatorio de los fenómenos estelares. Una apuesta de Land Art que conjuga elementos mitológicos y futurísticos e indaga en la experiencia lumínica, el leitmotiv de la obra de Turrell.

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