¿Creación artística o procrear?

Siendo tal vez una de las primeras representaciones de la idea de un artista en cámara, este delicioso corto film de 1901 titulado «Creación Artística» nos deja varias cosas importantes que pensar.

Robert W. Paul debería ser recordado como uno de los grandes nombres de la primera década del cine (injustamente olvidado entre los pioneros de finales del siglo XIX y principios del XX) gracias a una serie de cortometrajes que realizó en esos años donde daba rienda suelta a todo tipo de trucajes muy ingeniosos con las posibilidades de los efectos especiales en el recién inventado medio cnematográfico. Históricamente algunos de esos cortos han sido atribuidos a Walter Robert Booth, un mago e ilusionista que aparece en muchos de ellos como protagonista. Probablemente, Booth trajo consigo algunos de sus trucos como mago y Paul utilizó medios cinematográficos para darles forma, en todo caso como la autoría de los films en esos primeros años es muy difícil de dilucidar, sigue siendo un tema algo dudoso.

Un artista idealizado como un Pierrot ( una mezcla entre arlequín y payaso) crea a una mujer en su dibujo mágico gracias al poder del arte, pero a medida que ella se libera de la prisión del marco comienza a exigir más. El plot-twist es que una vez que ella está «completa» huye en el momento en que él le ofrece el «regalo» de un bebé no deseado. No podemos culparla, acaba de cobrar vida y ya pretenden endosarle un niño antes de que pueda disfrutar un poco de su juventud. La mujer deja al hombre solo con el bebé quien finalmente lo ofrece a la cámara y, por lo tanto, a nosotros, el público.

Según mi punto de vista, aquí tenemos dos cuestiones a meditar: por un lado toca un tema que a mi me interesa mucho, la cuestión del gesto creativo como algo muy similar a la idea de maternidad/paternidad. Y por otro lado, en una actitud un tanto protofeminista el film funciona como una advertencia metafórica sobre las responsabilidades que debe asumir el sexo masculino con respecto a la paternidad.
¿Son las obras que uno hace como hijes? Y de ser así ¿Quién les va a pagar la universidad? 🙂

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