El famoso artista conceptual Ryan Gander reconoce que nada simboliza mejor los tiempos en que vivimos que la selfie: el ícono de un nuevo tipo de autoestima que apenas existía hace diez años.

Pero, como descubre, sus raíces se remontan cientos de años antes que los teléfonos inteligentes, y este fenómeno único del siglo XXI es solo la punta visible de un iceberg mucho más grande: una reinvención radical de quiénes somos impulsados por la última tecnología digital. No solo ha cambiado cuánto nos miramos a nosotros mismos, sino que también ha transformado lo que vemos en la pantalla cuando lo hacemos.

En la era de las redes sociales, cuando se nos dice que seamos lo mejor posible y que vivamos nuestras mejores vidas, ¿qué significa eso realmente y qué le está haciendo a nuestro sentido de identidad?