Aunque el brutalismo suele asociarse con la estética cruda de los búnkers de guerra, su inspiración va más allá. Muchos arquitectos brutalistas también miraron hacia las antiguas estructuras mayas, fascinados por sus formas monumentales, el uso masivo del volumen y la imponente presencia de sus plataformas y pirámides. Esta conexión revela una intención más profunda: construir espacios que no solo fueran funcionales, sino también atemporales y simbólicos, capaces de transmitir poder y permanencia a través del concreto desnudo.

