La artista Cubana Tania Bruguera crea en sus acciones espacios para la reacción y la reflexión. Distintos mecanismos y usos del poder la inspiran para montar estas situaciones (en una época se les llamaban happenings) donde el espectador cumple un rol fundamental.
Esta obra es la #5 de la serie El Susurro de Tatlin cuyo trabajo examina las relaciones de apatía y anaestetización con respecto a las imágenes utilizadas en los medios masivos de información.»