Las psicotrónicas narraciones videográficas de Ryan parecen estar conjuradas a partir de un sueño febril.
Hay un trasfondo utópico en su obra, la creencia implícita de que el progreso tecnológico nos ha liberado de la necesidad de definirnos a nosotros mismos. La identidad se presenta como un look intercambiable pero de lujo: en cuanto tu personalidad se pone aburrida podés probar con otra. Observando sus videos, es fácil sentirse liberado, emocionado y libre, pero también alienado, multimediatizado; y tal vez sean estas contradicciones las que hacen que su obra sea convincente.
Poeta del cut and paste, su escritura responde a la manera en que las cosas se construyen en Internet, colaborando con un reparto coral de familia y amigos, Trecartin fusiona sofisticadas manipulaciones digitales con imágenes de la web y la cultura pop, animaciones, actuaciones y sets tremendamente estilizados. Sus videos son intraducibles y casi insoportables de ver, y pertenecen al mundo online más que al del cubo blanco de la galería, por eso están casi todos disponibles para verse libremente, es solo cuestión de que lo googlees.