Hace muchos años que diferentes investigadores han recopilado evidencias bastante infalibles que demostrarían que Duchamp le «robó» la obra «La Fuente» a un personaje hasta hace poco desconocido: La baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven, reconocida por algunos como la madre del Dada. He aquí algunos de estos argumentos explicados.

Si bien habría que considerar las políticas abiertas sobre la idea de autoría que manejaba el Dadaismo (como para dar un mínimo de beneficio de duda), la única verdad aquí es que el hecho de que Von Freytag-Loringhoven haya sido ignorada no sólo es una gran injusticia, es también una pérdida formidable a la historia del arte.