Robar a Rodín

Una mañana de junio de 2005, los guardias del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile notaron que una millonaria escultura de Auguste Rodin había sido robada. Veinticuatro horas después, un tímido estudiante de arte regresa la pieza, El torso de Adèle, argumentando que la había robado como parte de un proyecto artístico en el que quería comprobar que “una obra de arte estaba más presente no estando”.

Doce años más tarde, el cineasta chileno Cristóbal Valenzuela indaga en el famoso robo entrevistando a artistas, abogados, teóricos y al propio protagonista del hurto. Robar a Rodin, producido por la destacada documentalista María Paz González, funciona como “un relato detectivesco que permite ironizar sobre el estado del arte contemporáneo y las contradicciones del quehacer artístico”.

ETIQUETAS:

No te olvides de compartir

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.