Los anales del arte occidental son lamentablemente escasos cuando se trata de mujeres pintoras, quienes solían verse ensombrecidas por los grandes genios, masculinos, que fueron sus familiares.

Basado en un Manga de autora mujer (realizado entre 1983 y 1987), adaptado por una guionista mujer, este intrigante y atípico animé se centra en la relativamente oscura historia de Oi-e, pintora, dibujante e hija de Hokusai, el más notable artista japonés del estilo Ukiyo-e (o  mundo flotante), donde el imaginario fantástico, erótico y místico del siglo XIX japonés fue retratado.

Esta dramatización nos traslada al año 1814 a la ciudad de Edo (el nombre de Tokyo antes de la restauración Meiji) donde vive Hokusai. Con él nos encontramos a la joven Oei, una de sus hijas que colabora en sus creaciones artísticas. Acudimos a un momento delicado de la vida del artista, que no vive su mejor época, a pesar del reconocimiento y su trayectoria. Ambos sobreviven con sus obras, intentando llegar a final de mes con algunos encargos que les hacen.