En cuanto a los edificios de la época fascista, Meades descubre a un dictador incapaz de imponer sus ideas, ya que Mussolini se vio atrapado entre las fuerzas opuestas del modernismo y un revivalismo que evocaba la antigua Roma.

El resultado fue una variedad de estilos que aún influyen en la arquitectura actual. El programa lleva a Meades a visitar Roma, Milán, Génova, la ciudad nueva de Sabaudia y los vastos monumentos militares de Redipuglia y Monte Grappa. A lo largo del recorrido, reflexiona sobre la naturaleza del fascismo, la influencia de los futuristas y la pasión de Mussolini por los uniformes elegantes.