El mural de Pollock

De más de dos metros de alto por seis de largo (242,9 x 603,9 cm) «Mural» fue la respuesta de Jackson Pollock a un encargo de la galerista y coleccionista Peggy Guggenheim, quien deseaba una obra para su residencia que, a la vez, subrayara su apoyo a los jóvenes artistas americanos que había comenzado a mostrar en su galería. El encargo se formalizó en julio de 1943 y el resultado es una obra clave en el desarrollo del arte moderno norteamericano por una combinación única entre la energía de su pincelada, la libertad de los trazos, el tamaño del lienzo y una singular abstracción en la que deja espacio para una sugerencia abierta de formas. A propósito del tema, Pollock indicaría años más tarde: “Es una estampida… […] Cada animal en el oeste americano, vacas y caballos y antílopes y búfalos, todos a la carga a través de la maldita superficie”.

Esta pieza es un punto de inflexión en su carrera, pues además de suponerle el reconocimiento dentro del mundo artístico, entrañó una evolución desde la figuración pictórica hacia el expresionismo abstracto, considerado hoy como el primer movimiento genuinamente estadounidense del siglo XX.

Finalmente, la obra fue donada por Peggy Guggenheim al museo de la Universidad de Iowa, donde ha sido restaurado y resguardado desde 1951. Durante 18 meses, entre los años 2012 y 2014, la pintura fue enviada a Los Angeles específicamente al museo J. Paul Getty para ser conservada por completo.

La pieza restaurada se exhibió en el museo Peggy Guggenheim de Venecia en 2015. Su valor se estimó, a mediados de la década pasada, en alrededor de 140 millones de dólares.

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