Hawkinson es conocido por crear sistemas escultóricos complejos a través de medios sorprendentemente simples. Es un maestro en conjurar materiales orgánicos e inorgánicos en objetos extraordinarios que asombrosamente imitan algo completamente diferente. Restos de cocina, árboles de Navidad marchitos, detritos arrastrados por las tormentas a su patio trasero y su propio cabello son sólo algunos de los materiales que transforma en esculturas y obras fotográficas inteligentes y divertidas.