Las obras que hoy damos por sentadas como obras maestras, o como epítomes de las bellas artes, también podrían haber sido consideradas feas, de mala calidad o simplemente malas cuando se hicieron por primera vez. Con el paso del tiempo llega la calma y la aceptación.
En este episodio analizaremos el caso de Manet, controvertido artista, que no temía ser extremadamente audaz en su temática contemporánea, se convirtió en una gran fuente de inspiración para los jóvenes impresionistas. Manet les dio algo hacia lo que apuntar, un ejemplo de las pinturas modernas que anhelaban producir.