Boyce saltó a la fama a principios de la década de 1980 como figura clave del floreciente Movimiento de Arte Negro británico, con dibujos figurativos al pastel y collages fotográficos que abordaban cuestiones de raza y género en Gran Bretaña. Sin embargo, desde la década de 1990, Boyce ha evolucionado significativamente para adoptar una práctica social que invita a la improvisación, la colaboración, el movimiento y el sonido con otras personas.