Christo (Bulgaria, 1935-2020) y Jeanne Claude (Marruecos 1937 -2009) eran un par peculiar. Ambos preferían ser llamados así por sus nombres de pila y descartaron sus apellidos. Funcionaban como un colectivo, pero se los conocía bajo el pseudónimo «Christo» hasta 1994 cuando  Christo cambió el nombre artístico por «Christo y Jeanne Claude» como un gesto de amor y reconocimiento a la labor de su esosa. En su pagina web oficial tienen una divertida sección donde Jeanne Claude desmitifica algunos errores que la gente asume sobre ellos y tiene información muy útil, como el hecho de que ellos no consideraban su trabajo como land art, aunque se suele asociarlos a esa rama porque  es a lo que más se parecen por su escala y porque intervienen el paisaje.

Fue en la década de 1970 cuando a Christo y Jeanne-Claude se les ocurrió la idea de hacer «Muelles flotantes» una instalación de pontones cubiertos de tela que hacen posible caminar sobre el agua. Los sitios potenciales para el proyecto incluían el Río de la Plata entre Uruguay y Argentina y la bahía de Tokio. Sin embargo, la pareja no pudo hacer realidad su idea en estos lugares, por razones ambientales y de otro tipo. Finalmente, en el norte de Italia, en el lago Iseo entre Milán y Venecia, Christo logró convencer a las asociaciones y autoridades  para que se unieran a su idea. Fue uno de los primeros proyectos masivos que asumió Christo desde la muerte de su esposa en 2009.

En este documental, el director Andrey Paounov sigue la turbulenta creación del proyecto, mostrando los desafíos técnicos, los obstáculos y la lucha contra el viento y el clima, la burocracia y la audiencia multitudinaria. El temperamento fogoso de Christo y su sobrino Vladimir Javacheff (quien es pieza fundamental de la realización de las obras luego del fallecimiento de Jeanne Claude) les  permiten sobrellevar la tremenda proeza de realizar proyectos de tan monumental escala.