Showing Up

Michelle Williams interpreta a Lizzy, una escultora introvertida que hace figuras de mujeres en arcilla. Próximamente tiene una exposición local de su trabajo y está corriendo para terminar sus esculturas a tiempo. Pero el universo no se lo pone fácil. Trabaja a tiempo completo en la oficina de una facultad de arte, donde su jefa no es otra que su madre, quien, como casi todos los demás, no se toma demasiado en serio las actividades creativas de Lizzy. Y por eso Lizzy tiene que esculpir en su tiempo libre, en el apartamento que le alquila a su amiga Jo, interpretada por Hong Chau.

La directora Kelly Reichardt reflexiona sobre sí misma y sobre la dedicación al arte a través de un personaje que bien podría ser ella misma. Lizzy no es una artista de renombre, trabaja con su madre para poder pagar el alquiler y no tiene una vida social gratificante. Sin embargo, no hay un solo momento de la película en el que sintamos compasión por ella. La dignidad y el amor con el que Lizzy esculpe es el verdadero premio de ser artista. Lizzy siempre está activa, trabajando incluso cuando parece no estarlo; el arte siempre está en el primer plano de su conciencia. Ella encarna un dilema clásico en su esfuerzo por ser, según sus propias luces, una buena artista y una buena persona, y el drama se centra en si existe un conflicto, incluso una contradicción, entre estos dos imperativos personales.

Este film no quiere que la creación de arte parezca fácil. La película de Reichardt trata sobre el desafío de encontrar el tiempo, el espacio, el dinero y la energía para seguir tu vocación. También se trata de cómo hacer arte puede ser a la vez un placer y un trabajo increíblemente duro. Quiere que veas la tensión de una vida creativa, el costo que cobra esa dedicación, la voluntad de sacrificarse en nombre de decir «Yo hice esto», incluso cuando la fama, la fortuna o una audiencia que puedes contar con los dedos de tus manos parecen una tontería.
Este es uno de esos raros casos en que la industria no ha traducido el título de una película, y al intentar hacerlo yo me encontré con dificultades, porque «Showing up» puede traducirse como «aparecer» que podríamos conectar con otro tema recurrente en esta peli y es el de ciertas expectativas que están siempre en latencia (el arreglo del agua, el catálogo, poner las piezas en el horno, que vuele la paloma, que aparezcan los familiares en la inauguración…). Pero también, si decidimos ser juguetones «Showing up» puede traducirse a algo así como «prepararse para una muestra» (los gringos le dicen Show a las muestras) o «mostrarse».
Es refrescante ver a Lizzy perderse en su oficio durante minutos, a diferencia de tantas biopics de artistas que estamos acostumbrados a ver, donde rara vez realmente nos muestran a un artista trabajando. Poco importa que Lizzy no esté destinada a la fama, porque crees en ella y en su trabajo en cada momento.

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