Egon Schiele: Exceso y castigo

En abril de 1912, el pintor Austríaco Egon Schiele es conducido al calabozo del tribunal del distrito de Neulengbach, acusado de corromper a una menor. El episodio que originó los hechos es turbio. Parece ser que Schiele, que por entonces vivía con su compañera y modelo Wally Neuzil, acogió en casa a una menor que había escapado de su entorno familiar. La niña acabó por ser encontrada y recogida por su padre, quien cursó una denuncia contra Schiele por esta razón y por tener el artista la costumbre de emplear a menores para sus posados de dibujos y pinturas y de mostrarles con naturalidad las impúdicas ilustraciones resultantes. La implicación real de Schiele con la niña se desconoce, aunque seamos realistas…..es lo más probable, y para variar, sale impune de tal aventura, habiendo cumplido solamente 3 días de cárcel y teniendo que soportar la verguenza del «escándalo»…. ese sería el castigo.

Como toda buena biopic súper ficcionada y romantizada, este film subraya hasta el delirio la faceta erótica y exagerada adicción al sexo adjudicada al pintor y una depresión calcinante, disculpando al pobrecito artista torturado…. pero sobre todo arrumbando su auténtica entidad artística. Nos deja a oscuras a la hora de acercarnos al creador, con seguridad tortuoso, tal vez insondable, quizás libre en «la cárcel de su egocéntrico amor», pero de todas maneras esta peli …desbordante de testosterona….nos da un rico y hot melodrama musicalizado por Brian Eno.

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