La escultura más famosa de un hombre desnudo es el David de Miguel Ángel. Mary revela cómo, durante siglos, sus partes íntimas estuvieron cubiertas con una hoja de parra. Era una forma en que los censores mojigatos lidiaban con el impacto del desnudo, pero hoy en día eso está cambiando. Mary lo descubre en la Galería de Arte Crawford de Cork mientras se arremanga para retirar una hoja de parra de yeso y descubre lo que se esconde debajo…
El desnudo en el arte a menudo puede tener un profundo atractivo sexual, incluso cuando el tema es eminentemente religioso. El mártir cristiano Sebastián fue torturado con flechas, pero las representaciones de esta horrible escena han visto a la figura transformada en un icono erótico gay. Mary observa cómo el desnudo siempre ha rozado el erotismo y se pregunta cuál es el límite entre lo atractivo y lo pornográfico. Esto es especialmente cierto en El Origen del Mundo de Gustave Courbet sigue siendo impactante.
Nuestro apego cultural al desnudo está profundamente arraigado. Mary conoce a la artista Sonia Boyce, quien, en una intervención artística, retiró (temporalmente) la apreciada pintura de J. Waterhouse, Hilas y las Ninfas. Causó un furor nacional entre acusaciones de censura, corrección política extrema e incluso vínculos con la quema de libros. ¿Por qué se desató tanto el sentimiento? El desnudo occidental que, según Mary, es una creación peculiar, y esto se expone aún más si se adopta una perspectiva global. El Dr. Gus Casely-Hayford, experto en arte africano, le muestra a Mary la pieza central de un enorme tocado yoruba: una mujer desnuda, pero que significaba algo muy diferente a la cultura de la que provenía, y que se trataba de comunidad, no de sexo.
Finalmente, Mary conversa con la artista Jemima Stehli sobre su obra fotográfica Strip, en la que una mujer se desnuda frente a una sucesión de hombres, y que invita al espectador a reflexionar sobre la relación entre el cuerpo desnudo y la artista. Se trata de una visión profundamente moderna de un tema ancestral, que continúa planteándonos preguntas intrincadas sobre nosotros mismos y cuestiona cómo nos hacen sentir las imágenes desnudas de otros.