«La escultura ha cambiado más en los últimos cien años», afirma Alastair Sooke, «que en los treinta mil anteriores». El tercer y último episodio de la serie narra la dramática historia de un siglo de innovación, escándalo, conmoción y creatividad.
Comienza con el momento, a comienzos del siglo XX, en que los jóvenes escultores dejaron de visitar los mármoles de Elgin en el Museo Británico y se fijaron en cambio en las obras «primitivas» de África y las islas del Pacífico. El resultado fue una revolución artística liderada por Eric Gill y Jacob Epstein, que culminaría en los gestos antiescultóricos de Gilbert & George y Damien Hirst.
Sin embargo, a pesar de toda la provocación y los ocasionales excesos del arte conceptual, la escultura nunca ha gozado de tanta popularidad. Desde los monumentos conmemorativos de la Primera Guerra Mundial hasta las obras emblemáticas de Antony Gormley y Rachel Whiteread, la escultura sigue siendo la forma de arte que conecta con la nación de manera más directa y poderosa.
El programa culmina con una serie de encuentros entre Alastair y los destacados escultores Damien Hirst, Rachel Whiteread, Antony Gormley y Anthony Caro.


