Espiral

Joel Moore coescribe, codirige y protagoniza esta escalofriante historia, interpretando a Marshall, un artista amante del jazz que tiene serios problemas.
Trabajando en una oficina deprimente de una empresa de seguros durante el día, las noches de Marshall están aterrorizadas por lo que parecen ser episodios angustiosos: sudores fríos, problemas para respirar, ataques de pánico y la creencia de que ha hecho algo horrible.
Un viejo amigo del colegio que también trabaja en la misma firma es su apoyo, ayudándolo a superar estos “momentos”, ya sea por teléfono o en persona. Una bocanada del inhalador y algunos consejos suelen ser suficientes para calmar a Marshall.

Una chica nueva, Amber, comienza a trabajar en la empresa y se siente atraída por Marshall. Al poco tiempo se hacen amigos y Marshall acepta convertirla en una de sus «modelos», pintándola en varias poses específicas. Sin embargo, a medida que Amber se acerca a él, descubre que Marshall tiene un lado oscuro y que tal vez haya una buena razón para sus sentimientos de culpa y ansiedad.

Esta película del año 2007 no es de terror gráfico, no se ven chorros de sangre salpicando, es de ritmo lento y los personajes son examinaciones de diversas formas de soledad. Nos deja pensando en el cliché del artista con alma torturada, en la psicopatía, y en si el arte funciona como terapia.

ETIQUETAS:

No te olvides de compartir

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.