Lejos de la grandilocuencia operística con la que asociamos ‘Escenas de la vida bohemia’, la novela de Henri Murger, esta adaptación del gran director Aki Kaurismäki nos lleva a un París sobrio en blanco y negro para contarnos las penurias de un pintor, un escritor y un compositor que salen adelante como pueden. El film es a la vez un homenaje y una parodia del melodrama, un filme muy intenso y trágico, pero atravesado por el humor inconfundible del director finlandés.