Georgia O’Keeffe

A pesar de su título, este film en realidad no se trata tanto sobre la gran pintora, sino sobre su relación con su promotor y mentor, el fotógrafo Alfred Stieglitz, quien la veía como una mercancía rentable. La relación comienza como una aventura adúltera, y ese es tema central de la pelicula, infidelidades y traiciones o sospechas de.

El film sigue la fórmula habitual de las biopics románticas: se conocen, se enamoran, pelean, ella crea arte, él se pone celoso, se separan. La película hace parecer que Steiglitz y O’Keeffe se enamoraron instantáneamente, pero en realidad, Georgia regresó a Texas para trabajar como profesora después de la exhibición en Nueva York, y ella y Steiglitz intercambiaron cartas durante un año antes de que finalmente decidiera mudarse a Nueva York Aunque Steiglitz dejó a su esposa poco después de que él y O’Keeffe se convirtieran en amantes, pasaron seis años antes de que se casaran, ya que su esposa luchó contra el divorcio.

Era bien sabido en el mundo del arte que Steiglitz era un mujeriego y que prefería las relaciones con mujeres mucho más jóvenes. O’Keeffe tenía 28 años cuando conoció a Steiglitz y él tenía 52 (cosa que no se menciona en la película). Dorothy Norman no fue la primera aventura que tuvo mientras estaba casado con O’Keeffe. Tuvo una aventura con Beck Strand, esposa de su amigo Paul Strand. O’Keeffe lo ignoró porque sintió que no interfería con su relación.

“Georgia O’Keeffe” se centra en la gestión obsesiva y fortuita de Stieglitz de la carrera de su esposa, pero en realidad ella se benefició de las relaciones propicias con otros hombres a lo largo de su vida bajo la tutela del pintor Arthur Wesley Dow, quien llevó a sus alumnos más allá del estricto realismo, y a través de su relación con el fotógrafo Paul Strand, quien la llevó a nuevas formas de pensar sobre la abstracción.

La película es más interesante cuando trata sobre la creación de O’Keeffe, particularmente las escenas en Nuevo México cuando se ve expuesta a una forma completamente diferente de pensar sobre el arte, y su trabajo se mueve en una nueva dirección. Las escenas menos exitosas son aquellas en las que O’Keeffe y Steiglitz están peleando por sus asuntos, huelen a a telenovela realmente mala. Más logradas son las escenas en las que discuten sobre la carrera de Georgia.

Stieglitz, representado en la película como una especie de publicista lleva a O’Keeffe al altar de la celebridad y definitivamente controlaba todos los aspectos de su carrera. Esto es problemático para una película que pretende ser una historia de amor llena de matices y retratar a su heroína, sobre todo, como una visionaria independiente.

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